Educar en Familia

¿Hijos maleducados o padres sin recursos?

Los padres cuidan a sus hijos, siempre, con la mejor de las intenciones. Encima vienen sin “manual de instrucciones” y no se ha tenido que aprobar ningún curso para tener el “carnet de padres”.

Muchos padres actúan de forma espontánea o haciendo lo que han vivido ellos en su familia. En otras ocasiones, escuchan las opiniones de amigos “expertos”, utilizando lo que oyen aquí o allá o preguntan al Dr. Google.

Qué fácil es decir las cosas y qué difícil ponerlas en práctica. Ven tan pequeños a los “reyes de la casa” y tan indefensos, que desean prevenir todo aquello negativo; no son conscientes que un control excesivo  no les va a permitir  asumir su papel de hijo. No encuentran un equilibrio intermedio y es tan fácil  sobrepasar el límite  entre una protección normal y una sobreprotección.

 

Unas reflexiones

  • Enseñar el respeto a las todas las personas mediante el ejemplo.
    • El ejemplo tiene más fuerza que las reglas (Nikolai Gogol).
    • No discutir delante de los hijos.
    • No desautorizar a padre o madre.
  • La familia es una empresa que la dirección general la asumen los padres.
    • Si, los padres, no los hijos.
  • Los límites y las normas han de ser claras y sencillas.
    • Si una norma se incumple, ha de tener una consecuencia.
  • Reconocer y potenciar las conductas positivas; no reforzar las negativas.
    • Pedir las cosas por favor.
    • Dar las gracias.
    • Esperar su turno para hablar.
    • Atención al uso de las nuevas tecnologías.    
  • Ayudar a que asumen responsabilidades, adaptadas a su edad.
    • Colaborar en las cosas de casa.
    • Responsabilizarse de sus propias cosas.
  • Reconocer sus virtudes, esfuerzo y logros, en casa y fuera.
    • Y decírselo, claro.
  • Potenciar la comunicación familiar habitual.
    • Escuchar al hijo y sus explicaciones.
    • No hay que darle tantas explicaciones y justificaciones,  ante cada toma de decisión.
  • Las comparaciones son odiosas.
    • No compararlo con nadie.
    • Ni para bueno ni para malo..
  • Proteger si, sobreproteger no.
    • La sobreprotección no facilita su maduración.

        

Existe la palabra NO:

  • No rogarle que haga determinada cosa.
  • No inducir ni admitir chantaje para o por conseguir algo.
  • No hacer “por ellos”, lo que ellos tengan que hacer.
  • No dar todo hecho, para que tengan que realizar esfuerzo.
  • No corregir mediante el grito o la bronca.
    • Educar sin gritar.
  • No ceder ante sus berrinches o exigencias
  • No permitir que “pasen” de sus padres

La mochila de su vida se va ir llenando poco a poco; cuando tenga autonomía, seguridad y responsabilidad, para podrá volar sólo.

 

Dr. Antonio Redondo Romero
Pediatra – Alicante
Hospital Vithas Medimar Internacional