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LLega el fin de curso

Cuando llega la recta final del curso y, si las cosas han ido regular, entra el agobio en casa; por un lado los hijos saben cómo van y, por otro, los padres de los hijos que han ido “justitos” en los resultados se preparan para el tan socorrido “empujón final”.

En estos “delicados momentos” ¿pueden hacer algo los padres para ayudarles ?

Claro que se puede echar una mano, sin olvidar que es conveniente:

  • Acompañar
  • Estimular
  • Ayudar
  • No agobiar
  • Ayudar a programar su tiempo de ocio

Todo parece muy fácil, pero seguro que no lo es tanto. Mejor ir por partes.

 

 Empezar por  ACOMPAÑARLES DURANTE EL ESTUDIO.

Si, se trata de estar allí.

  • Especialmente si durante algunos días del curso el chico o la chica se quedan mucho tiempo solos, sin la presencia próxima de adultos. Eso facilita que se relajen merendando, o viendo  televisión, y se les pase el tiempo volando sin haberse puesto a estudiar. Vamos, que se pueden dispersar con facilidad.
  • En estos días, con solo estar cerca favorecerá el cumplimiento de sus obligaciones, aunque se pueda escapar la dichosa frase “¿todavía no te has ha sentado ?”.
  • Si hay que negociar o imponer ratos de merienda, de descanso, de baño o de cena….se hace

 

No puede faltar el ESTÍMULO.

  • Va a ser más productivo reconocer su capacidad personal, para indicarles que ésta unida  a su esfuerzo, pueden aumentar su rendimiento y mejorar los resultados.
  • Palabras como vago, perezoso, gandul, ….no van a ayudar en absoluto y como rebeldía se pueden sentar delante de los apuntes pero no leer ni una hoja.
  • Potenciar su autoestima y la confianza que se deposita en ellos, van a conseguir desarrollar más su responsabilidad y esa misma seguridad le puede dar fuerzas para seguir en un trabajo más sólido.

 

En ocasiones necesitan AYUDA.

  • Si sienten la compañía, no esta de más brindarse para ayudar a repasar algo de forma conjunta, o para aclarar alguna duda.
  • No es tarde para enseñarles a subrayar sólo lo más importante, o para hacer un resumen. un resumen.
  • Esa complicidad que surge les puede favorecer a ellos y ¿porqué no? a los padres.

 

Por supuesto NO AGOBIAR.

  • Ellos ya saben que han ido regular, y no se va a conseguir nada recordándoles continuamente lo mal que han ido.
  • Si se les agobia con el deseo de que vayan más deprisa de lo que pueden, lo más probable es que se bloqueen, con un efecto desfavorable inmediato.
  • A veces es mejor que sólo noten la presencia. Recordar que el silencio también es una forma de compañía.

 

No olvidar SU TIEMPO DE OCIO.

  • El hecho de que tengan que estudiar más ahora, en este final de curso, no quiere decir que no tengan ratos para jugar; tanto los hijos como la familia.
  • Cuando alguien está más descansado,  luego va estar más fresco para seguir.
  • Entre semana se debe negociar los ratos de descanso de la tarde; si durante los fines de semana hay que seguir estudiando se pueden organizar espacios en que se puedan airear. Si son pequeños, con la familia; si ya son jóvenes con los amigos, pero con límites más concretos y cortos que el resto del curso. curso.
  • Si el ocio que se organiza los separa demasiado del estudio les puede costar trabajo volver a empezar. Si hay un viaje de fín de semana tal vez lo podemos posponer.

Aprovechar el tiempo que les queda hasta los exámenes para sacar el mayor provecho posible, pero siempre pensando en el hijo o hija y su capacidad.

 

 

 

Dr. Antonio Redondo Romero
Pediatra – Alicante
Hospital Vithas Medimar Internacional